19.07.2004 y 20.07.2004
PERFILES : de ORENSE a CEA... DE CEA A LAXE
Kms. |
Kms. Totales |
Media |
Tiempo |
Dificultad |
Señalizació/Tiempo |
23.2 |
952 |
9 Km/H |
2h34' |
Alta-media |
Correcta- Buen tiempo |
No nos levantamos demasiado pronto, eran
las ocho tocadas cuando tomábamos café y tostadas de pan de
Cea. Hoy copiamos el trío, pues Antonio y José Antonio marchaban
hacia Estaca de Bares y Yo para Santiago. Eso sí, los primeros kilómetros
los hicimos juntos. Salimos de Ourense por el puente romano y como Yo decidí
ir por Tamallancos, el trayecto fue común hasta una gasolinera. Hay
que recordar que existe otra vía / ruta, la que pasa por Amoiro,
pero en esta la pendiente es aún más fuerte. En la gasolinera
nos despedimos y deseamos toda clase de fortuna. Cojo el camino hacia Tamallancos.
Los tres primeros kilómetros eran demasiados fuertes para mí,
la pendiente era fuerte y tuve que poner los pies a tierra. Arrastrar la
bici no me ’gusta, pero en la Via de la Plata , te haces un experto en esta
maniobra. De vez en cuando encontrabas algún descanso y podías
recuperarte. Una vez que pasas un lavadero público, la pendiente
se suaviza algo y puedes volver a subir a la bici. Salvada la dificultad
del día, llego a Tamallancos. Unos operarios limpiaban los bordes
del camino, pues la vegetación crece muy rápida y a veces
el camino se encontraba lleno de zarzas, hierbas y arbustos que dificultaban
un poco el paso. Qué, queda bien limpio el Camino ?. Pues tenemos
orden de limpiarlo hasta la entrada de Santiago. Hacéis un buen trabajo,
si señor, les contesté. Durante el trayecto que limpiaban
vigilé no pinchar la ruedas, pues había sobre el suelo zarzas
con muy buenas punchas. Distraído por la vegetación y la frondosidad
del camino, pronto llegué a Casanovas y por carretera, a Cea.
En Cea, paré en el albergue. El albergue está muy bien, como
todos los que hay en Galicia, los cuidan..... como era medio día
y llevaba un día que no comía nada consistente entré
en un bar-restaurante que hay cerca de la plaza Mayor. Pedí lo que
me apeteció. No comí mal, pero lo mejor de todo fue que mi
cuerpo aguantó moderadamente bien todo lo comido. En Cea había
la posibilidad de continuar el Camino por el Monasterio de Oseira, yo pensaba
llegar hasta allí , pero llegaban noticias de que no había
posibilidad de pernoctar, estaba todo lleno. Dejo la visita para otra ocasión
y continuo Camino por carretera, la N-525 hasta Castro Dozón, pasando
por Cotelas, Piñol, Fiaño. Tras Castro Dozón cojo nuevamente
el Camino. La subida al alto de Santo Domingo la hago con tranquilidad.
Dejo atrás la ermita de Santo Domingo y llego a Gesta. Un rato más
pedaleando y aparece la estación de Lalín, la cual supero
y siguiendo el camino paso por muchas otras pequeñas poblaciones
hasta que llego a Laxe. Laxe está cerca e Lalín a unos 3 kilómetros.
Las llaves del albergue la pedí en una casa cerca de el, la dirección
está colgada en la puerta del albergue. Las instalaciones que posee
son de primera categoría. Eso si para comer, lo mejor es ir al polígono
industrial que hay cerca. Yo fui al restaurante Ondulo Antonio, en el mismo
polígono industrial, no lo hacen mal, la relación precio calidad
es correcta.
De hecho, esta etapa la dividí en dos días, el 19.07.04 Ourense-Cea
y el 20.07.04, Cea-Laxe. Tenía que desacelerar la marcha que llevaba,
pues el billete de vuelta a Barcelona, lo tenía reservado para el
día 23. Esto me permitió encontrar nuevos compañeros
de camino, como, el trío Paco, Recho y Deftel, el Sr. Joan de Barcelona
y como no, Elías del Ferrol. Cada día, los acompañaba
a todos andando a su lado unos cuantos kilómetros. Nos habíamos
compenetrado tan bien que, mi trabajo consistía en salir el último
del refugio, dejarlo bien ordenado, si hacia falta y llegar el primero al
próximo albergue y reservar plazas para todos . Otro motivo suficiente
para juntarlas, es que en bici, se pueden hacer las dos de un tirón
y de forma cómoda. Paco y Recho tenían un curioso método
de hacer el camino, iban en coche. Cada día lo dejaban en el pueblo
que pernoctaban y hacían la etapa andado , cuando llegaban al albergue
pedían plaza, como no llevaban mochila, no se creía el hospitalario
que fueran peregrinos, dado que por el Camino te puedes encontrar de todo.
Ellos, lo dejaban todo en el coche para caminar mas cómodos. Aquí
entrábamos nosotros, pues teníamos que certificar al hospitalario
de turno que, efectivamente eran peregrinos y usaban este método
tanto peculiar para hacer el Camino. Le funcionó hasta Santiago.
Otro cantar, era la lucha que Recho traía con Deftel. Deftel hablaba
algo castellano, pero Recho se propuso darle un cursillo acelerado de castellano
y escucharlos era todo un privilegio. Joan de Barcelona, cada día
iba a dormir con luz de día, cogía su radio portátil
y... , a dormir. Esto sí, era el primero en levantarse por la mañana,
le gustaba andar a la fresca. Elías, poseedor de buen conocimiento
sobre el Camino, pronto se convirtió en el libro de ruta, cada día
le preguntábamos sobre l’etapa y casi siempre se tenía en
cuenta su opinión.