DECIMO TERCERA ETAPA : LAXE-ONTEIRO-SANTIAGO CC

21.07.2004 

22.07.2004                                                                 

PERFIL DE LA 13a ETAPA

Kms.

Kms.Totales

Media

Temps

Dificultad

Señalización /tiempo

52.7

1042

10.1 Km/h

5h.04

Moderada-Baja

Buena- poco caluroso


No tenía prisa. Todo el grupo de caminantes , Paco, Elías, Recho, Joan ....ya hacía rato que habían marchado del albergue. Hoy , es un día excepcional, pues aun cuando el camino va más o menos paralelo a la carretera N-525, decido hacer como ayer, es a decir, ir por el camino. Ayer la experiencia me gustó. Esto de andar un bueno rato acompañando a los colegas del albergue durante un rato , me gustó. Puente romano de Taboada
Al pasar por Prado me paro ha hacer un zumo y un bocadillo. Continúo pasando por aldeas, como Ponte, Taboada , Trasfontao....y algunas “corredoires”, por la dificultad que representan para la bici, parecen intimidarme, me inviten a dejar el camino y continuar por carretera ¿. Aunque así fuera , hoy, toca hacer toda la etapa por camino. Paso por un pueblo algo más grande, es Silleda, me paro para reponer zumo y agua y continúo. Aún no he encontrado a ninguno de los compañeros que han salido andado, parece ser que todos llevan un buen ritmo. Continúo pasando por aldeas como Foxo, San Fiz y Devesa, y de momento, siempre voy paralelo a la N-525. Antes de llegar a Bandeira , a unos cuatro kilómetros de Silleda , alcanzo a Recho y Deftel . Mantenían el ritmo a pesar de ir charlando todo el rato. Los acompaño hasta la entrada al pueblo de Bandeira. Salgo de Bandeira en solitario por la carretera N-525 y pocos después giro a la derecha para volver a coger el camino y abandonar la carretera . Observo campos de cultivos. Alcanzo a Elías y Paco, a los cuales comunico que Recho y Deftel vienen a pocos kilómetro por detrás. Los acompaño un par de kilómetros andando. Los dejo y continúo hacia Puente Ulla, pueblo al cual se entra atravesando el puente o viaducto sobre el río del mismo nombre, es decir el río Ulla. En este pueblo fronterizo se entra en la provincia de A Coruña y se deja atrás la provincia de Pontevedra. En una tienda de la calle Mayor, compro fruta y un zumo. Una atracción de feria emitía música a todo volumen mientras la ordenaban, yo aproveche el momento para comerme la fruta con música. Por la misma calle pasa el coche de los municipales anunciando los actos que se celebrarían en el pueblo en aquel día, estaba claro que era la fiesta Mayor del pueblo. Antes de marcharme de Puente Ulla, me informo de como encontrar l’iglesia de Santiaguiño en Ounteiro. Me aconsejan ir por carretera hasta encontrar el restaurante O Agro que está en Vedra. Así lo hago, cojo la carretera N-525 hasta Pumares, dónde vuelvo a preguntar. Me dicen que el restaurante está muy cerca, efectivamente, al poco rato lo encuentro a mano derecha de la carretera , entro y observo como es. Como el resultado fue positivo me paro a comer. El menú valía 10 € y no estaba mal.Orreos, encontrareis muchos
Tras comida, continúo hacia la ermita de Santiaguiño, que se va por la carreterilla asfaltada que sale a mano izquierda del restaurante. Cerca de la ermita se encuentra el albergue. Cuando llego a el, no había nadie pero estaba abierto, unos operarios trabajaban en la instalación del riego. Es un albergue muy moderno, funcional, con buenas instalaciones y en aquel día, estaba muy limpio. Vale la pena pernoctar en él. El primer grupo de caminantes llegan cuando yo extendía la colada al sol. El resto del grupo, no tardaron demasiado en llegar. Ya volvemos a estar todos juntos de nuevo, el Sr. Joan, Elías, Paco, Recho ........ A media tarde llegan al albergue otros dos ciclistas, eran de Toledo. Para matar el tiempo comenzamos una interminable partida de cartas dado que no pudimos acabar ni una sola ronda. Cenamos y nos vamos a dormir. Por cierto, si queréis, el restaurante O Agro os sube la cena po comida que pidais al albergue sin coste adicional. Paco, Recho, Deftel... llegan al albergue. de Vedra
Hoy es el día 21.07.04 , es mi último día de ruta , de Santiago solamente nos separan ya unos dieciocho o diecinueve kilómetros, por lo tanto vuelvo a quedarme solo en el albergue. Como los últimos días, el grupo de caminantes es el primero en abandonar el albergue, ya han marchado para Santiago hace un bueno rato. No me preocupo, almuerzo tranquilamente la etapa me lo permite y por otra lado, hemos quedado en encontrarnos en la Plz. Da Quintana en Santiago para ir a comer.
El camino en Santiago, se coge a la salida misma de el albergue, a mano derecha. Los eucaliptos y los pinos te dan sombra durante un bueno rato. Sin darte cuenta demasiado, pronto pasas por Rubial, Pumares y seguidamente en Susana. En Susana, paré a hacer un café en un bar que encontré a pié de carretera. Aún no había alcanzado a ningún compañero de los que habían salido andados. Continúo el camino por pequeñas carreteras asfaltadas que comunicas infinidad de casas y granjas. Ahora subes ahora bajas, es el ritmo predominante en este tramo de camino. Vuelvo a atravesar aldeas como, la de Aldrey y Vixoi, cuando llegaba a la ermita de Santa Lucia me encuentro a Elías. Charlamos durante un rato y decido acompañarlo en Santiago a pie. Reanudamos la marcha, a los pocos metros , noto que la bici pesaba mas de la cuenta, la rueda de atrás iba sin aire, pinchada, es la primera vez que pasaba esto en mil kilómetros. Elías me ayuda a realizar la reparación y acabamos pronto. Estamos a una hora de la Plz. Do Obradoiro. Dejamos atrás Piñeiro y entramos en los barrios periféricos de Santiago . Por esta entrada, se ven obras de por todas partes, hacen una circunvalación a Santiago. Elías se va a buscar su coche que días antes lo había dejado aparcado en una calle, es lo primero que quería hacer el. Yo en cambio, continúo hacia la Catedral. Llego a la pl. Do Obradoiro. Había llegado a mi destino. Atrás queda Sevilla a unos 1040 Km. Pensaba, que en esta ocasión no sentiría nada en especial, ya son cinco las veces que he llegado a esta plaza, pero me equivocaba, las mismas sensaciones de anteriores años volvían a mi cabeza. Estaba feliz, un año más la vida me había regalado el placer de hacer nuevamente esta salida anual sin ningún incidente importante. Antes de todo, dejo la bici a buen recaudo y me pongo en la cola en la entrada de la Puerta Santa, abierta este año por ser Compostelano. Debo dejarle a Santiago algunos encargos propios y ajenos. Mientras aguardaba en la larga cola, pensaba en mi familia y los enviaba telepáticamente mi agradecimiento por confiar en mí y por no ponerme nunca pegas en la realización de este atrevido tipo de proyectos, al mismo tiempo que experimentaba un deseo , si la naturaleza me respeta, el año que viene volveré, por esta u otra ruta, que mas da....

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