Salgo como es habitual a las 7h 30’. Los del bar de la plaza estaba descansando y todo estaba cerrado. Por la plaza, todo y estar céntrica, tampoco pasaba nadie, aquí se ve, que el tiempo, se disfruta mucho mas en la cama que lo que yo hago. Continúo mi camino. Las señales amarillas, van apareciendo con buena cadencia, la señalización, funciona. Al poco rato, atravieso el río Jalón y la autopista A-68, poco rato después, llego al pueblo de Alagón. Aquí, las calles estaban ya más concurridas. Vuelvo a atravesar la A-68 algo antes de llegar a Cabañas de Ebro. A unos diez y siete km. de pedaleo llego a Alcalá de Ebro. Aquí paro, hago una foto a la estatua del desdichado Sancho Panza, pues según cuentan los libros, aquí se encuentra su cacareada y prometida ínsula, la de Barataria, que por avatares de la vida no llegó a disfrutar. Ahora el Camino va junto a la ribera del Ebro. Atrás queda el buen Sancho y su ínsula. Una alta torre hace de faro y me señala el camino hacia el pueblo de Luceni. El cuentakilómetros marca que ya he hecho 20 km. El Camino, ahora, sigue un buen trecho paralelo a la vía férrea. Dejo el canal, cojo la vía del Fc. Pero las piedras de todo tipo no desaparecen. Antes de llegar a Gallur paso la carretera A-127, dejo la vía y acompaño al canal Imperial de Aragón hasta que lo dejo para superar el río Huecha y el FC. Desde Mallen a Cortes de Navarra sigo la carretera que les une. El Camino continua bien señalizado. Salgo de Cortes, siguiendo el Canal Imperial , supero Ribaforda y la presa de Pignatelli, cruzo el canal y cojo el camino que pasa por la finca de el Carrizal, en donde vuelvo a encontrarme con el ferrocarril. Al poco rato entro en Tudela, famosa por su cogollitos. Aquí busco la estación de FFCC, pues el camino continua paralelo a la vía o también es buena referencia, el Camino de Cristo, como ellos le llaman. A unos nueve kilómetros de Tudela paso al otro lado de la vía férrea. Ya no cambio de lado hasta llegar a Castejón. En castejón decido dejar el Camino y coger la carretera que va a Alfaro, dado que no lleva mucho tráfico. En Alfaro me vuelvo a acordar de las piedras y decido seguir por la carretera N-232 que lleva un buen flujo de automóviles pero a cambio tiene un alcen muy generoso de mas de 3 mt de ancho y el peligro se reduce un poco. Por el alcen llego a Calahorra. Encuentro alojamiento en el albergue de la Juventud, que está muy bien, pero cierra a las 22 h.